Por fin llegaron las tormentas y con ellas la bajada de temperatura! Ya necesitaba que se refrescara el ambiente. En casa no estamos hechos para soportar las altas temperaturas. Y lo peor de todo, que me echa para atrás tener que encender el horno! Pero este fin de semana tenía un compromiso y quería llevar un postre, así que me armé de valor y me encerré a la cocina, pasando de esta manera por una sesión de sauna gratis, cosa que no me habrá venido del todo mal. Preparé este pastel volteado de piña, porque aguanta bien el calor y al mismo tiempo es un postre jugoso y fresco.
El volteado de piña es un postre típico latinoamericano que se prepara sobre una base de rodajas de piña y cerezas confitadas que tras desmoldar, quedarán en la parte superior, de ahí su nombre. Añadí leche condensada a la receta tradicional para obtener un pastel de consistencia más parecida a un cheesecake, ya que me parecía más jugoso que un simple bizcocho.
Ingredientes
300 gr de azúcar moreno
300 gr de mantequilla
3 huevos L
1 lata de leche condensada
3 tazas de harina
1 cdta de polvo de hornear
1 taza de almíbar de piña
8 rodajas de piña en almibar
8 cerezas en almíbar
Preparación
Cubrimos el fondo de un molde de unos 26 cm con la mitad del azúcar moreno. Sobre la capa de azúcar, disponemos las rodajas de piña previamente escurridas, y en el centro de cada rodaja, una cereza en almíbar, también escurrida.
Por otro lado, comenzamos a batir la mantequilla con el resto del azúcar hasta que se vuelva cremosa y comenzamos a añadir los huevos uno a uno, asegurándonos que se integren bien.
Tamizamos la harina y el polvo de hornear y lo incorporamos a la mezcla anterior. Añadimos el almíbar de piña.
Terminamos añadiendo la leche condensada.
Vertemos esta mezcla sobre las rodajas de piña.
Horneamos a 180 º durante 50 minutos aproximadamente.
Ya sólo nos queda desmoldar y servir.
Qué os parece?