Budin de pan

Wowwwwwwwwww, qué descubrimiento! Os vais a reír de mí! Aunque parezca mentira, después de experimentar con tartas, cupcakes, fondant, cookies... Después de tantas modernidades reposteriles, nunca había probado el clásico budín o pudin de pan. Cosa más sencilla y deliciosa no he probado!

Pues bien, después de un intenso y ajetreado fin de semana que nos llevó hasta Gijón a presenciar la Copa de España de Gimnasia Rítmica (deporte que también cosecha éxitos en este país, dicho sea de paso); ayer a la tarde tocaba descansar. Y la nevera prácticamente con telarañas, ya que no había pasado ni por el súper. Y abandonada a su suerte en la cocina, una barrita de pan que se había quedado más dura que una piedra. En casa no somos de tirar comida, así que había que darle uso. Así que buscando buscando, encontré una receta de budín de pan que he adaptado a mi gusto.

Pues ya sabéis, con unos huevos y un poco de pan duro, podéis preparar un postre súper rico con una textura muy agradable. Animaros! Os dejo el paso a paso.

Ingredientes

600 gr de pan (podéis aprovechar pan del día anterior)

250 gr de azúcar 

1 litro de leche

1 cda de esencia de vainilla

1 cdta de canela en polvo

Caramelo líquido o 400 gr de azúcar para prepararlo

4 huevos 

Preparación

Calentamos en un cazo la leche y disolvemos en ella el azúcar.

Troceamos el pan en dados y vertemos sobre el la leche caliente.

Por otro lado batimos los huevos y los incorporamos a la mezcla anterior. Mezclamos bien.

Añadimos la esencia de vainilla y la canela en polvo.

Cubrimos con caramelo el fondo de un molde para budín y echamos en el nuestra mezcla (yo he utilizado moldes individuales).

Horneamos durante 40-45 minutos a 180 º al baño María.

Dejamos enfriar y desmoldamos.

Fácil, económico y riquísimo! Probadlo y me contaréis!

Pan de Calabaza

Como la gran mayoría de mis recetas, la de hoy también ha surgido por casualidad. Un buen pedazo de calabaza abandonado al fondo del congelador, y esta semana me toca limpiar toda la nevera, así que había que ir haciendo hueco... Y como no soy fanática de las recetas con calabaza, no me apetecía demasiado hacer un puré ni cosas por el estilo. Así que dando vueltas a las neuronas, zas!!! Vino la inspiración. ¿Por qué no hacer un pan de calabaza? Y ala! Me he tirado a la piscina y aquí tenéis el resultado. 

La verdad que esta receta me ha sorprendido gratamente. Queda un pan esponjoso y delicioso. Y además muy saludable. Todo ingredientes naturales. Os dejo directamente la receta.

Ingredientes

500 g de calabaza

2 cdtas de levadura seca de panadero

2 cdtas de miel

500 g de harina de trigo

2 cdtas de sal

Preparación

Comenzamos poniendo la calabaza troceada al fuego con un poco de sal. No he utilizado agua para la cocción, la que con la que suelta la calabaza es más que suficiente. Dejamos cocer durante unos 20 minutos.

Retiramos del fuego y escurrimos bien con ayuda de un colador, haciendo al mismo tiempo puré la calabaza. Del agua que suelta reservamos 60 ml.

Disolvemos la levadura en el agua y añadimos la miel. Una vez que esté bien disuelto, dejamos reposar 5 minutos. Esto ayudará a que posteriormente nuestra masa suba.

Echamos la harina, la calabaza, la sal y la mezcla anterior al vaso de la batidora. Con ayuda del gancho amasador comenzamos a mezclar bien todos los ingredientes hasta que se despegue por completo de las paredes del vaso. Continuamos mezclando durante 1 o 2 minutos más.

Sin retirarlo del vaso, dejamos reposar bien tapado con un paño de cocina durante una hora o hasta que haya duplicado su volumen.

Una vez la masa haya levado, fuera del vaso, vamos a quitarle todo el gas, amasándola durante unos 10 minutos aproximadamente, hasta obtener una masa suave. Para ello, podemos utilizar el método de amasado francés.

Sobre una placa de horno formamos nuestro pan, que podemos decorar con una tira de la misma masa. Cubrimos con film transparente engrasado y dejamos que leve durante otra hora más.

Pintamos el pan con huevo batido y precalentamos el horno a 200 º.

Horneamos el pan durante 20 minutos y transcurrido este tiempo, bajamos la temperatura a 180 º y dejamos que cueza durante 20 minutos más.

Una vez retirado del horno, dejamos enfriar sobre una rejilla.

 Y con esto, ya tenemos un pan que os va a sorprender gratamente. Aunque no os guste la calabaza, lo tenéis que probar!!! Quitarle el miedo a las masas, veréis que no es nada difícil!!!