Generalmente nos toca hacer dulces para eventos infantiles (cumpleaños, comuniones, nacimientos...) pero también nos encanta hacer felices a nuestros mayores. Esta tarta ha sido muy muy especial porque ha conseguido sacar una sonrisa muy auténtica en el padre de nuestra clienta que cumplía hoy 75 añazos. Menuda sorpresa se ha llevado Carlos al recibir este regalo de su hija, una reproducción en miniatura de lo que a él más le gusta hacer: cuidar su huerta. Con sus lechugas, sus tomates, zanahorias... incluso un pequeño invernadero...
Cuando pensamos en una tarta decorada en fondant, solemos imaginar un bizcocho tosco y seco, poco jugoso. Nada más lejos de la realidad. En este caso, se trata de un bizcocho de chocolate con buttercream también de chocolate (puro pecado) muy muy jugoso.
Por eso os traemos esta receta, para que tengáis un bizcocho que se pueda cubrir con fondant y al mismo tiempo mantenga su jugosidad y sabor.
Ingredientes (para un molde de 15 cm)
250 g de mantequilla sin sal
150 g de azúcar
150 g de azúcar moreno
5 huevos de tamaño M
210 g de harina
1 cdta de bicarbonato
1 pizca de sal
2 cdtas de esencia de vainilla
70 g de cacao en polvo (tipo Valor)
250 ml de buttermilk
Preparación
Precalentamos el horno a 170 g y engrasamos (yo utilizo spray desmoldante) 4 moldes para layer cake de 15 cm.
Tamizamos los ingredientes secos, es decir, la harina, el cacao en polvo y el bicarbonato, y reservamos.
Comenzamos batiendo la mantequilla junto con los dos tipos de azúcar hasta conseguir que se haya integrado perfectamente. La mantequilla tiene que blanquear un poco.
Añadimos los huevos uno a uno sin dejar de batir, no añadiendo otro huevo hasta que no se haya incorporado bien el anterior.
Añadimos la esencia de vainilla y continuamos batiendo.
Con la batidora a velocidad baja, comenzamos a agregar una tercera parte de la mezcla de ingredientes secos y batimos. Añadimos la mitad de buttermilk (podemos sustituirla por leche con una cucharadita de vinagre de vino blanco) y continuamos batiendo. Seguimos añadiendo la mezcla de harina y el buttermilk de manera alterna, terminando siempre con los ingredientes secos.
Vertemos la masa uniformemente en los moldes y horneamos por 30 minutos aproximadamente. Como cada horno es un mundo, comprobaremos con la ayuda de un palillo que el bizcocho esté hecho.
Sacamos del horno y dejamos enfriar los bizcochos sobre una rejilla unos 5 minutos y desmoldamos. Con los bizcochos aún calientes, los envolvemos en film transparente y dejamos reposar en la nevera, preferiblemente de un día para otro. De esta manera, cuando los saquemos, tendremos unos bizcochos con toda la jugosidad, pero fácilmente manipulables para poder rellenar y cubrir con buttercream y luego con fondant.
Espero que esta receta os resulte útil y os haga desechar la idea de que una tarta decorada con fondant no es tan deliciosa como el resto.
Suerte!!!
0 comentarios:
Publicar un comentario